COFRADÍA DE LA SOLEDAD

La actual talla que preside los actos no es aquella que salía en rogativas y procesiones públicas en los siglos pasados, la cual era la imagen titular de la Archicofradía de la Quinta Angustia y Soledad de Nuestra Señora y que daba nombre a la vecina ermita de la cofradía.

Era una imagen de vestir, que bajo una capa negra llevaba un vestido blanco que servía además para disponer las muchísimas joyas que los devotos la ofrecían y que la engalanaban. En los primeros años del siglo XX se sustituyó por la actual imagen, realizada por el escultor aragonés Dionisio Pastor Valsero, que muestra perfectamente una emotividad residente en la humanización del rostro, y una representación natural y clarividente de la expresión agónica de la soledad humana.

Con la llegada de la Virgen de La Soledad al corro de Santa María y el emotivo canto de la Salve, se da por finalizada la Procesión del Viernes Santo, donde la imagen regresará al interior del templo seguida por el resto de pasos.

Después de pasar por algunos años donde la Hermandad vio reducido su número de hermanos, en la actualidad a pasado a ser una de las que más crece en número de cofrades cada año, y siendo una de las primeras hermandades de la localidad en dar los mismos derechos en las cofradías tanto a hombres como a mujeres.